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Martillué

Localidad situada a 861 metros de altitud, en un llano que atraviesa el río de la Tulivana, en pleno centro de la Val Ancha, lo que ha determinado la dedicación casi exclusiva de su población a la agricultura (en menor proporción, a la ganadería ovina). Al sur se divisan los Capitiellos, formación geológica que separa la Val Ancha de la Val Estrecha.
Formó parte del municipio de Espuéndolas hasta la incorporación de éste al de Guasa en 1964.

El ayuntamiento de Guasa se distribuyó entre los de Jaca y Sabiñánigo en 1966. En 1495 el fogaje mandado realizar por Fernando el Católico en todo el Reino de Aragón le otorgaba 3 fuegos. En 1857 tenía 34 habitantes, 44 en 1900 y había 45 en 1950. En 2003 contaba con 10 vecinos.

HISTORIA

Martillué formaba parte de las posesiones del castillo de Atarés que pasaron en el año 1188 al monasterio de Santa Cruz de la Serós por la donación que hizo el rey Alfonso II de Aragón a cambio de Aísa y Villanúa. La presencia de gentes de armas francesas en los confines del reino animó en 1442 a las Cortes de Zaragoza a construir una línea defensiva contra Francia con varios puestos de vigilancia, uno de los cuales era Martillué. En 1778 figuraba como lugar de señorío eclesiástico.

ARQUITECTURA RELIGIOSA

La iglesia parroquial de la Asunción es un edificio de pequeñas dimensiones y sencilla fábrica de mampostería, construido a finales del siglo XVII o comienzos del siglo XVIII. Consta de una nave rectangular de cabecera recta, con cubierta de madera y bóveda de medio cañón respectivamente. Tiene una estancia adosada destinada a sacristía, sobre la que se levanta la torre campanario de un solo cuerpo. El acceso a la iglesia se realiza a través de una portada en arco de medio punto abierta en el muro occidental.

En el interior destacan especialmente el retablo mayor barroco, con columnas salomónicas y remate semicircular, obra del notable escultor jacetano Juan Tornés que lo realizó hacia 1738, y el coro alto a los pies, con la barandilla tallada con distintos motivos en relieve.

ARQUITECTURA TRADICIONAL

El casco urbano se extiende en forma alargada entre la rectilínea calle de la Iglesia y las calles del Sol y Alta, que lo circundan casi por completo. La mayor parte del caserío se concentra en torno a la iglesia parroquial, situada a la entrada de la población. Como ejemplos de la arquitectura doméstica popular propia de la zona, con sus edificios de piedra y tejados de losas, destacan Casas Francho, Juan Domingo, El Yerno, Estuba y El Sopapo (antigua venta).

Algo apartadas del casco urbano se encuentran las antiguas escuelas, en las que actualmente está ubicado el Centro Ocupacional de Atades “Ignacio Claver”.

FIESTAS Y COSTUMBRES

La fiesta mayor celebra la Asunción de la Virgen el 15 de agosto. Como muchas otras localidades de su entorno, Martillué participa en la romería de San Indalecio que llega hasta San Juan de la Peña (un domingo de la primera quincena de junio), y en la realizada en honor de Santa Orosia en Yebra de Basa el domingo de la Trinidad.

Es costumbre en la localidad sacar el relicario que se guarda en Casa Juan Domingo siempre que amenaza tormenta de granizo, muestra de la importancia que ha tenido y tiene el campo en la vida de sus vecinos.