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Baraguás

Localidad situada a 954 metros de altitud, sobre una suave colina al pie de la sierra de Albarún desde la que se obtiene una amplia panorámica de la parte oriental del Campo de Jaca.

Formó municipio independiente integrando Badaguás, Lerés y la “casa-mesón” de Notefíes. Se incorporó al de Guasa en 1943, al que en 1964 se agregaron Espuéndolas y Navasa, y en 1966 los núcleos y pardinas del término de Guasa se distribuyeron entre los de Jaca y Sabiñánigo. En 1495, el fogaje ordenado por Fernando el Católico otorgaba a Baraguás 10 fuegos y una cantidad similar de población le daba el vecindario de 1646. En 1857 superaba los 200 habitantes y en 1950 tenía 102. En 2003 contaba con 26 vecinos.

HISTORIA

Apenas se conocen datos de su historia. En el año 1041 el abad Jimeno donó todas las propiedades que tenía en Baraguás al monasterio de San Juan de la Peña. Una placa con su emblema, el Agnus Dei coronado, en Casa Herrero es testimonio de la importancia del cenobio pinatense en el lugar. Se sabe también que tuvo puesto de vigilancia a finales del siglo XV en la nueva línea defensiva creada ante las incursiones de gentes de armas francesas en las fronteras del reino.
Baraguás es la localidad natal del médico y botánico del siglo XVIII Martín de Sessé, director del Jardín Botánico de México y autor de estudios sobre la flora mejicana.

ARQUITECTURA RELIGIOSA

La iglesia parroquial de San Andrés consta de una sola nave con capillas entre los contrafuertes y ábside poligonal, con amplio pórtico abierto y torre de gran altura adosada al muro norte. En origen fue una iglesia románica con ábside semicircular, de la que queda un crismón sobre la puerta sur y otro bajo la mesa altar. En el siglo XIV se añadió en el muro norte una capilla lateral, pero la ampliación de la nave tuvo lugar a finales del siglo XV o comienzos del XVI, lo que supuso la demolición del ábside románico y su sustitución por otro de siete lados. Se hizo entonces una nueva portada gótica y se elevó sobre la capilla norte la torre, de aspecto fortificado. Las capillas entre contrafuertes y el abovedamiento de la nave son obra del siglo XVII y la renovación ornamental corresponde a la centuria siguiente. Se conservan algunos retablos de interés y una pila bautismal de copa octogonal.
Baraguás tuvo ermita dedicada a la Virgen del Rosario.

ARQUITECTURA POPULAR

Baraguás cuenta con un interesante casco urbano, en el que la iglesia actúa como centro organizador. Las calles son cortas y se cruzan ortogonalmente dibujando recoletas plazas. A la entrada del pueblo se sitúa Casa el Herrero, con “fogaril” (hogar) independiente de la casa, cadieras y chimenea troncocónica. Las casas más antiguas están al norte de la iglesia, con elementos de tradición gótica en puertas y ventanas. Destacan Casa Pascual, Casa Sesé (borda), Casa Paúles y Casa Estarnés, con bello alero de madera. Otras son: Jaime, Gairín, Tejedor, González, Pelaire, Orestes, Sanjuán y Lorenz.
Conserva también la herrería, de enorme interés, un humilladero, desde donde se bendecían los campos, y, en dirección a Sabiñánigo, la histórica venta de “No te fíes”, de significativo nombre, que antaño fue también molino.

FIESTAS Y TRADICIONES

Baraguás celebra sus fiestas patronales el 30 de noviembre en honor de San Andrés. En las festividades de San Sebastián (20 de enero) y Santa Águeda (5 de febrero) es costumbre encender dos hogueras, una en la parte alta del pueblo y otra en la baja. Sin embargo, ya no se hace la tradicional romería a la ermita de Nuestra Señora de Ipas.