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Araguás del Solano

Entre los ríos Lubierre y Estarrún se sitúa la localidad de Araguás, llamada “del Solano” desde 1289 por su ubicación en la vertiente meridional de la sierra. Sus 945 metros de altitud hacen de ella una inmejorable atalaya para contemplar la “Val Ancha”, Peña Oroel y los montes Oturia, Santa Orosia y Cúculo.

Formó municipio independiente con Fraginal, Lastiesas y la pardina de Borresa como agregados hasta su integración en el de Abay (1944). En 1963 pasó a formar parte del de Jaca.

El fogaje del Reino de Aragón de 1495 le daba veinte fuegos. Alcanzó los 202 habitantes en 1857 y llegó a tener 7 en 1991. En 2003 contaba con 18 vecinos (2003).

HISTORIA

Araguás del Solano, documentada desde el año 1025, fue, casi sin interrupción hasta 1830, lugar de realengo. En el año 1050 el rey Ramiro I concedió la iglesia de San Felices al obispo García de Aragón, con sede en el monasterio de San Adrián de Sasave, y en el 1096 Pedro I donó todos sus bienes en la villa a la catedral de Jaca. Pero en 1240 el obispo cedió Araguás del Solano a Pedro Cornel a cambio de protección, lo que marcó el inicio de un largo periodo en el que la población sirvió de moneda de cambio entre el rey de Aragón y los señores Pedro Cornel y Rodrigo Ximénez de Luna, que se sucedieron en su dominio durante el siglo XIII. Esta situación cambió definitivamente en 1397, cuando Martín I incorporó Araguás del Solano a la ciudad de Jaca (para reparar sus muros y puertas), que era realenga, lo que fue ratificado en 1446 y de nuevo en 1533.

ARQUITECTURA RELIGIOSA

La iglesia parroquial de San Policarpo, con cementerio anexo y un atrio empedrado con cantos rodados y grandes piedras circulares, consta de una nave rectangular con testero recto, dos profundas capillas laterales y torre a los pies. Es resultado de reformas efectuadas en los siglos XVI y XVIII que transformaron el primitivo templo románico. De éste se conservan algunos elementos, como la portada y una ventana abocinada. El origen fortificado de la torre se aprecia en la presencia de aspilleras y de una puerta en alto con acceso desde el coro de la iglesia. El abovedamiento de la nave se realizó en 1771, fecha inscrita en la portada labrada para la ocasión. En 1776, Juan Francisco de Ubalde, escultor local de prestigio, realizó el retablo mayor.

ARQUITECTURA CIVIL Y POPULAR

Varias calles en pendiente, algunas todavía empedradas, ascienden desde la calle Baja hasta la iglesia parroquial. En la primera destaca el señorial edificio del ayuntamiento y escuela, y frente a él, la fuente y el abrevadero, con el depósito de agua de manantial detrás. Quedan aquí restos de una antigua fortificación, que ha dado nombre a esta zona de la población, conocida como “El castillo” o “La torre del castillo”. Los ejemplos de arquitectura popular son muchos y la edificación moderna ha sido respetuosa con la tradición. Predominan la piedra y los tejados de losas, las chimeneas troncocónicas con espantabrujas, las puertas adoveladas y las ventanas de traza gótica. También pueden verse algunos pozos. Casas de la localidad son: Soro, Tejedor, Bastero, Herrero, Mosén León, Baltasar, Cavero, Lucas, Quiteria, Rincón Blas y Casa Portaña. Recientemente se ha abierto la tienda-museo “La Solana”, especializada en arte popular, muebles y relojes antiguos.
A orillas del río Lubierre se conserva el molino, documentado desde 1217.

FIESTAS Y COSTUMBRES

El 26 de enero Araguás del Solano festeja a su santo patrón, San Policarpo, pero las fiestas mayores se celebran en la actualidad el 16 de agosto, en honor de San Roque. Participa con su cruz procesional en la romería de San Indalecio a San Juan de la Peña el primer domingo de junio.